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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
• Manifestaciones de hipercapnea o Ma-
nifestaciones neurológicas: cefalea,
hipertensión endocraneana, edema de
papila, asterixis, mioclonías, somnolen-
cia, coma, diaforesis. o Manifestaciones
cardiovasculares: hipertensión sistólica,
hipertensión pulmonar, hipotensión tar-
día, insuficiencia cardiaca (Florián Gra-
dos, 2022).
En niños comúnmente se observan coriza,
tos, fiebre y en menor frecuencia otitis me-
dia aguda, conjuntivitis, rash, diarrea y vómi-
tos. Puede causar bronquiolitis, neumonía y
exacerbaciones asmáticas. Las sibilancias
son un hallazgo común en múltiples estu-
dios en niños (Inostroza & Pinto, 2017).
Diagnóstico
Ha habido grandes avances en el diagnós-
tico etiológico de las enfermedades infec-
ciosas en las últimas décadas. Inicialmente
el diagnóstico de laboratorio de estos enfer-
mos se realizaba mediante el aislamiento y
cultivo del microorganismo y posteriormente
con la medición de la respuesta inmune del
huésped, detectando los anticuerpos IgG e
IgM específicos. La reacción en cadena de
la polimerasa (PCR) se utiliza actualmente
de forma rutinaria como elemento impres-
cindible para el diagnóstico de muchas in-
fecciones por ser muy específica, rápida y
sensible (de Juan Martín, 2020).
Una PCR positiva demuestra el agente in-
feccioso, mientras que la presencia de anti-
cuerpos en el suero necesita unos días para
conocer los resultados, varias semanas en
determinados microorganimos, incluso una
serología negativa obliga a repetir la prueba
para demostrar una seroconversión. La PCR
ha sido muy importante para el progreso en
el diagnóstico de las enfermedades virales,
pero no ha sido tan útil en las debidas a
bacterias y hongos donde no han consegui-
do reemplazar totalmente a los métodos de
cultivo. Para las enfermedades debidas a
parásitos se dispone de PCR para muchas
de ellas (de Juan Martín, 2020).
La utilización de las técnicas de amplifica-
ción de ácidos nucleicos ha permitido sa-
ber que las enfermedades suelen ser cau-
sadas por más de un patógeno, en una cifra
no despreciable de 20 a 40%. Un problema
con las pruebas moleculares es que son de
alto costo, lo que imposibilita que sea una
prueba clínica de rutina, por lo que en al-
gunos sitios se efectúan “pruebas rápidas”
de detecciones de antígenos, cuya sensi-
bilidad y especificidad se deben comparar
contra las pruebas moleculares, que ac-
tualmente se consideran el estándar de oro
(López et al., 2020).
La utilización de nuevas técnicas molecula-
res ha permitido que virus conocidos desde
hace décadas como causa de resfríos co-
munes, como el rhinovirus humano (RVH),
del que se conocen 3 especies –A, B y C–,
se sumen a la lista de los agentes responsa-
bles de infección respiratoria baja, incluidas
bronquiolitis y neumonía, además del desa-
rrollo de sibilancias y asma en la infancia. Asi-
mismo, han posibilitado identificar virus nue-
vos como el bocavirus humano 1 (BoVH1).
Se conocen 4 especies de bocavirus y de
ellas BoVH1 fue la primera en ser identifica-
da (en 2005), incorporada como nuevo pa-
tógeno de IRA altas y bajas,15,16 mientras
que BoVH 2-4 se detectan en materia fecal
y se los relaciona con infección gastrointes-
tinal. Dado que BoVH1 puede ser detecta-
do por tiempos prolongados en secreciones
respiratorias, la determinación de la carga
viral (medida por la cuantificación de ADN
viral en secreciones nasofaríngeas median-
te reacción de cadena de la polimerasa en
tiempo real/PCR-RT) es un parámetro impor-
tante para considerar en el contexto clínico.
Se han sugerido también estudios serológi-
cos (detección de IgM o seroconversión de
IgG) para diagnosticar primoinfección por
BoVH1 en casos de enfermedad, así como
la detección de ARN mensajero en secrecio-
nes respiratorias. Sin embargo, estas pautas
aún se encuentran en investigación y la dis-
ponibilidad de estos ensayos es limitada (De
Pediatría & Subcomisiones, 2021).
AVANCES EN EL DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES RESPIRATORIAS EN LA INFANCIA:
PERSPECTIVAS PARA UNA MEJOR SALUD PULMONAR