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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
La administración de epinefrina o norepi-
nefrina produce un aumento de la presión
arterial al aumentar la dosis. El aumento de
la presión arterial se debe a la vasocons-
tricción y la estimulación del receptor β (5).
La estimulación β aumenta directamente la
inotropía y la frecuencia cardíaca. Aunque
las respuestas de los receptores se han
presentado clásicamente como lineales,
todas las respuestas siguen una curva de
tipo sigmoidal que da como resultado una
respuesta farmacológica a dosis crecientes
seguida de un efecto de meseta.
Los receptores de dopamina incluyen al
menos cinco subtipos que se distribuyen
ampliamente en el sistema nervioso cen-
tral, en los vasos sanguíneos pulmonares
y sistémicos, en los tejidos cardíacos y en
los riñones (2). El impacto en los recepto-
res proporciona la base farmacológica para
la terapia con catecolaminas en shock. Los
médicos también deben ser conscientes
de sus efectos sobre la glucogenólisis en
el hígado y el músculo liso, la liberación de
ácidos grasos libres del tejido adiposo, la
modulación de la liberación y captación
de insulina, la modulación inmune y la ac-
tividad psicomotora en el sistema nervioso
central (2).
Vasopresina y análogos.
La vasopresina es una potente hormona va-
sopresora no peptídica liberada por la hipó-
fisis posterior en respuesta a la hipotensión
y la hipernatremia (6). La vasopresina es-
timula una familia de receptores: V1a (va-
soconstricción), V1b (liberación de ACTH),
V2 (efectos antidiuréticos), oxitocina (vaso-
dilatador) y receptores purinérgicos (de re-
levancia limitada en el shock séptico). Rara-
mente, la vasopresina induce la síntesis de
óxido nítrico (ON).
El ON puede limitar la vasoconstricción de
la vasopresina y al mismo tiempo preservar
la perfusión renal. Sin embargo, también
puede contribuir a la depresión cardíaca
inducida por vasopresina/ON (4). En parti-
cular, la activación del receptor V1a de la
vasoconstricción inducida por el músculo
liso vascular es independiente de las cate-
colaminas y puede explicar por qué la vaso-
presina complementa a la noradrenalina en
el shock séptico. La principal justificación
para la infusión de vasopresina en el shock
séptico está bien establecida.
La deficiencia de vasopresina en el shock
séptico temprano se debe al agotamiento
de las reservas de vasopresina y a una sín-
tesis y liberación inadecuadas del eje hipo-
talámico-pituitario. Infusión de vasopresina
en dosis bajas de 0,01 a 0,04 unidades/min,
aumento de la presión arterial y disminu-
ción de las necesidades de noradrenalina
(3). Deficiencia de vasopresina y sus efec-
tos antidiuréticos sólo se vuelven eviden-
tes más tarde, durante la recuperación del
shock séptico; aproximadamente el 60% de
los pacientes tienen respuestas inadecua-
das de vasopresina a un desafío osmótico 5
días después de la recuperación del shock
séptico (4). Los agonistas V1a altamente
selectivos podrían tener mejores efectos en
el shock séptico que la vasopresina debido
al estrecho enfoque en el receptor V1a.
Sensibilizadores de calcio
Los sensibilizadores del calcio producen su
efecto inotrópico, sensibilizando el miocar-
dio al calcio existente, en lugar de aumen-
tar las concentraciones intracelulares. Esto
tiene la ventaja de producir un aumento de
la contracción del miocardio (inotropía) sin
los mismos aumentos en la demanda de
oxígeno que otros inotrópicos. Además, a
medida que los niveles de calcio caen en la
diástole, los sensibilizadores del calcio no
alteran la relajación del mismo modo que
otros inotrópicos.
Levosimendán es el único sensibilizador
del calcio en uso clínico. La apertura de los
canales de potasio sensibles al ATP en el
músculo liso vascular produce vasodilata-
ción y, a través de acciones en las mitocon-
drias de los cardiomiocitos, se informa que
es cardioprotector en episodios isquémicos
(7). En dosis más altas también presenta
SILVA GONZALES, M. ÁNGEL, ABRIL NÚÑEZ, A. R., LLUMIQUINGA PALLASCO, S. R., & VERA PONCE, H. J.