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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
Introducción
El personal sanitario, representa aquel
grupo profesional que está siempre frente
a las diversas demandas por parte de los
ciudadanos cuando necesitan de asisten-
cia médica que los ayude en su proceso
de diagnóstico, tratamiento y control ante
enfermedades. Frente a eso, se conside-
ra a causa de todo lo mencionado, que el
personal de salud sufre las consecuencias,
reflejada en una disminución de su desem-
peño, bajos niveles de calidad en atención
a usuarios, dolencias físicas, ansiedad,
bajos niveles de motivación, alteraciones
continuas en el estado de ánimo (1). El ago-
tamiento ha recibido una mayor atención
en la literatura médica durante las últimas
tres décadas culminando en esfuerzos re-
cientes para promover la importancia de la
capacitación en resiliencia y el autocuidado
de proveedores médicos, hasta la fecha,
la mayoría de las investigaciones sobre el
agotamiento en la medicina en general, y en
la oncología en particular, se ha centrado
en enfermeras y médicos y su impacto en el
bienestar de los proveedores y la atención
al cuidado del paciente (2).
El síndrome de Burnout está definido como
un estado de desinterés, fatiga, frustración,
depresión, agresividad, pérdida de energía,
que se desarrollan en el contexto laboral y
tiene un gran impacto en la vida de los tra-
bajadores en aspectos emocionales, cogni-
tivos y físicos, afectan de igual forma a las
personas que los rodean y en el desarrollo
del trabajo. Actualmente, el síndrome de
Burnout viene generando grandes conse-
cuencias tanto económicas como legales
para las empresas, debido a los altos gastos
médicos, alto índice de ausentismos, inca-
pacidades y falta de compromiso laboral (3).
La incidencia del cáncer está aumentando
a nivel mundial, incluido un rápido aumento
en África, con la correspondiente necesidad
de más profesionales de oncología. Esta
creciente necesidad de medidas de cuida-
dos paliativos conduce a múltiples desafíos
SÍNDROME DE BURNOUT EN MÉDICOS DE CUIDADOS PALIATIVOS ONCOLÓGICOS. REVISIÓN SISTEMÁTICA
y situaciones estresantes para profesiona-
les sanitarios. Los oncólogos tienen un alto
riesgo de deterioro del bienestar psicoló-
gico y síndrome de agotamiento debido a
la naturaleza emocionalmente exigente de
su trabajo, los muchos factores estresantes
acumulativos que enfrentan y factores de
personalidad. En el contexto africano, los
estudios han demostrado que los africanos
oncólogos incluidos en el ámbito de la Or-
ganización Africana para la Investigación
y Formación en Cáncer (AORTIC) cuentan
con una Carga de trabajo clínico significa-
tivamente mayor y menor satisfacción labo-
ral que los oncólogos en otras partes del
mundo (4).
Dentro del ámbito hospitalario, el control
emocional se entiende como uno de los
principales factores para que el personal
sanitario pueda desarrollar su labor de una
forma favorable, obteniendo y ofreciendo
resultados positivos. Haciendo referencia
a un colectivo más concreto, los profesio-
nales de las Unidades de Oncología están
sometidos inevitablemente a vivir momen-
tos desagradables en los que se enfrentan
a sentimientos relacionados como el dolor
emocional, sufrimiento, incertidumbre, im-
potencia y/o insatisfacción. Generalmente,
dar y recibir un diagnóstico sobre una en-
fermedad grave no es un mensaje sencillo
de gestionar, pero esta obviedad es más
visible en una enfermedad oncológica, ya
que se encuentra rodeada de una intensa
tensión social derivada de la indefensión y
del miedo. Además, trabajar con este tipo
de enfermedad es una labor complicada,
ya que implica la aparición de estados emo-
cionales que requieren herramientas con-
solidadas para poder regularlos. Entre las
diferentes emociones es posible destacar
la angustia provocada por la idea presente
de desafiar la propia muerte, y es por ello
por lo que el proceso de la pérdida de la
vida, aparte de generar emociones límite en
los pacientes oncológicos y sus familiares,
también lo hace en los profesionales que
aportan los cuidados (5).