--> El rol de la familia en el estado nutricional de los niños de 12 a 36 meses de edad Centro de Desarrollo Infantil Rincón de los Ángeles

DOI: 10.26820/reciamuc/4.(2).abril.2020.191-212
URL: https://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/490
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
Revista: RECIAMUC
ISSN: 2588-0748
Tipo de Investigación: Artículo de Revisión
Código UNESCO: 3206 Ciencias de la Nutrición; 6309.03 Familia, Parentesco
Paginas: 191-212

El rol de la familia en el estado nutricional de los niños de 12 a 36 meses de edad Centro de Desarrollo Infantil Rincón de los Ángeles

The role of the family in the nutritional status of children from 12 to 36 months old Rincón de los Ángeles Child Development Center

O papel da família no estado nutricional de crianças de 12 a 36 meses do Centro de Desenvolvimento Infantil Rincón de los Ángeles

María José Cuenca Jiménez1; Hipatia Alexandra Meza Intriago2

RECIBIDO: 18/01/2018 ACEPTADO: 20/03/2020 PUBLICADO: 30/04/2020

  1. Medica Cirujana; Estudiante de la Especialización en Orientación Familiar Integral del instituto de Posgrado de la Universidad Técnica de Manabí; Portoviejo, Ecuador; majo_cuenca@hotmail.com; https://orcid.org/0000-0003-0034-6469
  2. Doctora en Educación; Magister en Educación Parvularia; Licenciada en Ciencias de la Educación Esp. Química y Biología; Profesora de Segunda Enseñanza; Docente de la Universidad Técnica de Manabí; Portoviejo, Ecuador; hipatia_meza@hotmail.es; https://orcid.org/0000-0002-5979-0751

CORRESPONDENCIA
María José Cuenca Jiménez
majo_cuenca@hotmail.com

Portoviejo, Ecuador

© RECIMUNDO; Editorial Saberes del Conocimiento, 2020

RESUMEN

Una nutrición adecuada comienza en las primeras etapas de la vida y es crucial para garantizar un buen desarrollo físico y mental, así como también un buen estado de salud a largo plazo. Los esfuerzos para mejorar el estado nutricional se centran principalmente en los grupos vulnerables, especialmente en lactantes (menores de un año) e infantes (menores de dos años). La desnutrición y el sobrepeso en la niñez son un problema importante de salud pública, ya que, estas condiciones tienden a conllevar a un estado crónico que causa una amplia gama de morbilidad futura. El sobrepeso se asocia con futuras enfermedades cardiovasculares, diabetes y problemas psicosociales, y los niños con retraso en el crecimiento sufren de un crecimiento deteriorado con consecuencias permanentes en su vida adulta que enfrentan un alto riesgo de morbilidad y mortalidad. En este caso, los padres (especialmente las madres como modelos a seguir) son los principales responsables de las conductas alimentarias saludables de sus hijos. Con referencia a este hecho empírico, el objetivo de este estudio es el de proponer un plan educativo y de salud integral a las familias de los niños de 12 a 36 meses del Centro de Desarrollo Infantil Rincón de los Ángeles del Cantón Tosagua, tomando en consideración el análisis de los fundamentos teóricos relacionados con la desnutrición infantil y la incidencia de las familias.

Palabras clave: Roles maternos familiares, estado nutricional, obesidad, desnutrición, alimentación.


ABSTRACT

Proper nutrition begins early in life and is crucial to good physical and mental development, as well as long-term health. Efforts to improve nutritional status focus primarily on vulnerable groups, especially infants (younger than one year) and infants (younger than two years). Malnutrition and overweight in childhood are a major public health problem, these conditions affect a chronic state that causes a wide range of future morbidity. Being overweight is associated with future cardiovascular diseases, diabetes and psychosocial problems, and children with growth retardation affected by impaired growth with permanent consequences in their adult life who are at high risk of morbidity and mortality. In this case, fathers (especially mothers as role models) are primarily responsible for their children's healthy eating behaviors. With reference to this empirical fact, the objective of this study is to propose a comprehensive educational and health plan to the families of children aged 12 to 36 months at the Rincón de los Ángeles Children's Development Center in the Tosagua Canton, taking into consideration The analysis of the theoretical foundations related to child malnutrition and the incidence of families.

Keywords: Maternal family roles, nutritional status, obesity, malnutrition, diet.


RESUMO

A nutrição adequada começa no início da vida e é crucial para o bom desenvolvimento físico e mental, bem como para a saúde a longo prazo. Os esforços para melhorar o estado nutricional concentram-se principalmente em grupos vulneráveis, especialmente crianças (com menos de um ano) e crianças (com menos de dois anos). A desnutrição e o excesso de peso na infância são um grande problema de saúde pública; essas condições afetam um estado crônico que causa uma ampla gama de morbidades futuras. O excesso de peso está associado a futuras doenças cardiovasculares, diabetes e problemas psicossociais, e crianças com retardo de crescimento afetadas por crescimento prejudicado, com conseqüências permanentes na vida adulta, com alto risco de morbimortalidade. Nesse caso, os pais (especialmente as mães como modelos) são os principais responsáveis ​​pelos comportamentos alimentares saudáveis ​​dos filhos. Com referência a esse fato empírico, o objetivo deste estudo é propor um plano educacional e de saúde abrangente para as famílias de crianças de 12 a 36 meses no Centro de Desenvolvimento Infantil Rincón de los Ángeles, no cantão de Tosagua, levando em consideração dos fundamentos teóricos relacionados à desnutrição infantil e à incidência das famílias.

Palavras-chave: Papéis da família materna, estado nutricional, obesidade, desnutrição, dieta.


INTRODUCCIÓN

La nutrición representa uno de los pilares fundamentales del buen estado de salud en todo ser humano. Una nutrición adecuada inicia en las primeras etapas de vida y es necesaria para el proceso de crecimiento tanto físico como mental. Para obtener una nutrición apropiada, la madre debe tener conocimientos acerca de este tema y mantener una constante evaluación del infante o lactante a modo de cubrir todos los requerimientos de acuerdo a la edad del niño.

Por tal motivo, la nutrición está intrínsecamente relacionada con los alimentos que son brindando y preparados por los familiares o cuidadores de los infantes, para poder ser evaluados integralmente considerando el crecimiento armónico en relación con la nutrición. (Alexandra León Valencia, 2016)

La Educación para la Salud es un proceso de comunicación interpersonal dirigido a propiciar las informaciones necesarias para un examen crítico de los problemas de salud y así responsabilizar a los individuos y a los grupos sociales en las decisiones de comportamiento que tienen efectos directos o indirectos sobre la salud física, psíquica individual y colectiva. (Dangelo, 2017).
De esta manera el estado nutricional es la situación en la que se encuentra una persona en relación con la ingesta y adaptaciones fisiológicas que tienen lugar tras el ingreso de nutrientes. La evaluación nutricional mide indicadores de la ingesta y de la salud de un individuo o grupo de individuos, relacionados con la nutrición (Hermida, 2015)

El autor (P. Ravasco, 2015) expone que el estado nutricional es el reflejo del estado de salud, aun cuando no existe el estándar de oro en este sentido, las más utilizadas son la evaluación global objetiva (VGO) y la valoración global subjetiva (VGS)
La desnutrición es uno de los temas más vulnerables en el desarrollo y crecimiento de niños, la (OMS, 2014) indica que la desnutrición y el sobrepeso en la infancia representa una de las problemáticas con mayor relevancia en los organismos de salud pública, ya que, desencadenan condiciones crónicas relacionadas al peso bajo, así como, también al sobrepeso lo que causa una alta tasa de morbilidad en el futuro. El sobrepeso en niños está asociado con futuras enfermedades cardiovasculares diabetes y problemas psicosociales. Además, la talla baja para la edad o el retraso en el crecimiento es un indicador clave de la desnutrición crónica.

La desnutrición implica tener un peso corporal menor a lo normal para la edad, tener una estatura inferior a la que corresponde a la edad (retraso en el crecimiento), estar peligrosamente delgada o presentar carencia de vitaminas y/o minerales. (UNIFEC., 2017)

La autora (Edna M. Gamboa-Delgado, 2017) expone que la alimentación de los niños durante los 12 a 36 meses de vida representa una de las bases fundamentales en el crecimiento ya que los elementos o compuestos químicos que se encuentran en los alimentos participan de forma activa en las reacciones metabólicas necesarias para que funcione el organismo.

Como responsables directos de la alimentación y nutrición de los infantes se encuentra la familia lo que se define como un grupo de personas unidas por el parentesco, siendo la organización más importante de las que puede pertenecer el hombre. Esta unión se puede conformar por vínculos consanguíneos o por un vínculo constituidos, reconocido legal y socialmente, como es el matrimonio o la adopción. (Oliva Gómez, 2015)

Las familias se caracterizan por satisfacer las necesidades tanto materiales, como básicas para mantener un buen estado de salud y bienestar. Por ello la familia cumple un rol importante en el desarrollo y crecimiento óptimo de los niños menores de 3 años. (Maribel, 2017)

Hay varios factores que influyen en los comportamientos alimenticios de los niños, entre los que se incluyen el entorno familiar, las influencias maternas, paternas, comidas familiares, educación, estado socioeconómico, comportamiento alimentario infantil, preferencias alimentarias, práctica de alimentación temprana, entorno obeso génico y las influencias mediáticas. (Scaglioni & Cosmi, 2018)

Específicamente, los hábitos de alimentación de los padres están significativamente asociados con el comportamiento de alimentación de los infantes tanto lactantes como en edad de preescolar (Bacon & Spencer, 2015). Las dificultades de alimentación son una de las conductas más comunes, por lo que es evidente que viene de casa, es por esto que mientras mejores hábitos alimenticios tenga un menor mejor será su calidad de vida en la etapa de la adultez.

Las perturbaciones en los infantes varían desde problemas de conducta transitorios y relativamente menores a la hora de la cena (p. ej., comportamiento desordenado, ruidoso, entre otros) hasta el rechazo total de los alimentos, lo que resulta en desnutrición potencialmente mortal (Paula, 2020), resistiendo los intentos de los padres de alimentarlos, lentitud excesiva, alimentación altamente selectiva, náuseas, regurgitación y conductas como berrinches. Estos comportamientos pueden tener graves consecuencias médicas, incluida la desnutrición.

Los factores psicológicos y conductuales implicados en los trastornos alimenticios incluyen las características de los padres (depresión materna, desorganización del hogar y aislamiento social), las creencias de los padres sobre la nutrición y la interacción entre padres e hijos durante las comidas. (Moses, 2014)

La mala nutrición por defecto en la región continúa siendo un problema muy serio para la salud pública y el entorno familiar, Puede aparecer en cualquier edad, pero es más frecuente en la primera etapa de la infancia debido a que los menores dependen exclusivamente de la alimentación proporcionada por sus madres o cuidadores, este período es el que se contribuye en gran medida a los elevados índices de morbilidad y mortalidad. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de un millón de niños nacen con bajo peso, 6 millones de menores de 5 años presentan un déficit grave de peso, como resultado de la interacción entre la desnutrición y una amplia gama de factores. (Macías-Matos, 2017)

Muchas son las causas que en forma directa e indirecta contribuyen a la existencia de los problemas nutricionales. Entre estas se pueden indicar como causas directas; el consumo de una dieta inadecuada que es brindado por los miembros de la familia y la presencia de infecciones que interfieren con la utilización adecuada de los nutrientes. Las causas indirectas están relacionadas estrechamente con el índice de pobreza e incluyen la insuficiente disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad, inequidad en el acceso a los alimentos, conductas desfavorables de los miembros de la familia, en particular los prestadores de cuidados, las cuales redundan en prácticas inadecuadas de alimentación, falta de acceso y mala calidad de los servicios básicos, salud, falta de información y educación pertinentes. (Durána, 2017)

El presente estudio se realiza en el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Rincón de los Ángeles del Cantón Tosagua de la Provincia de Manabí en Ecuador. La cabecera cantonal es la ciudad de Tosagua y cuenta con recursos naturales, agrícolas y ganaderos. Está ubicado en un gran valle bañado por el río Carrizal, que ofrece un paisaje impresionante, siendo parte de un atractivo turístico. (EcuaRed, 2016). El estudioacoge alrededor de 60 niños de entre 12 y 36 meses de edad con diferentes quintiles de pobreza en donde se evidencia gran cantidad de niños con diferentes estados nutricionales.

Por todo lo que anteriormente expuesto se pretende desarrollar esta investigación en el CDI incorporando a las familias, niños y cuidadoras con la finalidad de buscar soluciones en conjunto que ayuden a mejor la calidad de vida de estos niños.

 

Metodología

Para el desarrollo de este proceso investigativo, se plantea como metodología la encaminada hacia una orientación científica particular que se encuentra determinada por la necesidad de indagar en forma precisa y coherente una situación, en tal sentido (Davila, 2015) define la metodología “como aquellos pasos previos que son seleccionados por el investigador para lograr resultados favorables que le ayuden a plantear nuevas ideas”.(p.66)

 

Tipo de Investigación

Dentro de toda práctica investigativa, se precisan acciones de carácter metodológico mediante las cuales, se logra conocer y proyectar los eventos posibles que la determinan, así como las características que hacen del acto científico un proceso interactivo ajustado a una realidad posible de ser interpretada. La investigación es del tipo positivista con nivel explicativo, ya que, se basa en la ciencia para aportar nuevos conocimientos y se centra en buscar la causa que provoca la mal nutrición.

 

Población y muestra

La muestra está conformada por niños de 12 a 36 meses y sus familias del CDI Rincón de los Ángeles con un universo de 60 niños y 52 familias. El tipo de muestra es intencionada debido a que incluye criterios de inclusión de desnutrición por déficit o exceso formada por 33 niños y el mismo número de familias.

 

Técnicas para la Recolección de la Información

La conducción de la investigación para ser realizada en función a las particularidades que determina el estudio, tiene como fin el desarrollo de un conjunto de acciones encargadas de llevar a la selección de técnicas estrechamente vinculadas con las características del estudio. En tal sentido, (Bolívar, 2015), refiere, que es “una técnica particular para aportar ayuda a los procedimientos de selección de las ideas primarias y secundarias”. (p. 71).

La investigación se realiza a través del método empírico tomando como referencia la observación de los fenómenos y sucesos para resolver las preguntas de la investigación utilizando técnicas de recolección de información como guías de observación, Test de Apgar modificado y curvas de la OMS. Adicionalmente se tomaron medidas antropométricas, encuestas, fichas de observación y entrevistas a las familias seleccionadas en el universo de muestra.

Aunado a ello, se emplearon técnicas de análisis de información bajo la dinámica de aplicación de diversos elementos encargados en determinar el camino a recorrer por el estudio. Las técnicas seleccionadas para el análisis de la investigación están enmarcadas en la revisión de fichas de resumen, registros descriptivos, entre otros ajustados al nivel que se ha seleccionado.

 

Resultados

A través de la historia de la humanidad, los pueblos han buscado mantener, proteger y recuperar su salud: para ello, los gobiernos han organizado diferentes políticas con el fin de optimizar los recursos humanos, físicos, económicos, ambientales, partiendo de enfoques y estrategias variadas de acuerdo al momento y situación social que se esté viviendo. (Mota, 2016, p. 26). He aquí, la importancia que tienen los planes de acción, ya que los mismos tienen como función desarrollar acciones de campo que permitan mejorar una problemática; en este caso en particular, educar a las familias del CDI Rincón de los Ángeles con niños desnutridos y a su vez concientizar a las mismas sobre las causas y efectos que tienen determinadas condiciones y patologías médicas con el fin de promocionar la salud.

A tal efecto, hablar de programas de prevención y promoción de la salud, es hacer referencia al conjunto de estrategias comunitarias dirigidas hacia el fomento de estilos de vida saludables, promoción de aprendizajes que ayuden a las familias a evitar problemas de salud, como lo es la desnutrición en los niños menores de tres años, los cuales orientan sus esfuerzos, tanto a la población en general, como a los individuos en el contexto de su vida cotidiana; buscando con ello, actuar en lo colectivo sobre los determinantes de la salud, promoviendo las normas de auto cuidado a seguir y las previsiones médicas necesarias, a fin de alcanzar el bienestar tanto de la persona sana como de la enferma.

De aquí, la importancia que tiene el implementar un plan de acción y educación dirigido a las familias y educadoras del CDI Rincón de los Ángeles. A través de estas acciones se brindan orientaciones a las madres y representantes, con el fin de brindar a las mismas las orientaciones necesarias, para que éstas adopten las medidas necesarias para minimizar los riesgos de sufrir de las enfermedades de más alta prevalencia, como lo es la desnutrición infantil, disminuyendo así, los factores de riesgo que inciden sobre esta condición infantil.(Mota 2016). Lo descrito, lleva a considerar la importancia social que la intervención a tiempo de medidas tanto familiares como médicas que logren influenciar a las representantes y madres para que desarrollen las medidas alimenticias necesarias para evitar este mal en la población de niños, en espacial los menores de tres años.

Lo anteriormente expuesto, permite resaltar lo observado en países latinoamericanos en donde la desnutrición se ha convertido en una condición que hay que atacar, ya que su prevalencia depende en gran medida de la atención alimenticia que le brinden las madres a sus hijos, encuentra relacionada con conductas socioeconómicas y culturales; problemática esto lleva a considerar la necesidad de ejecutar planes de intervención comunitarios, los cuales les permitan tomar las previsiones necesarias para disminuir los altos índices de morbi – mortalidad observados en especial en estos países.

El estado nutricional de los niños fue uno de los criterios de inclusión a considerarse esta investigación. Los resultados de la evaluación se expresan en la tabla Nº1 realizada en los meses de noviembre y diciembre del 2019 donde claramente se observa que de un universo de 60 niños, 17 de ellos, es decir el 28,33% presentaron desnutrición crónica, lo que se considera una cifra alarmante en base a la población estudiada a pesar de que el número de niños en estado normal fue de 27 (45%).

Tabla 1. Estado nutricional del niño

Fuente: Registro de Atenciones medicas, autores 2020


El estado nutricional está determinado por factores económicos, sociales, culturales, la disponibilidad, el acceso, consumo y el aprovechamiento biológico de los alimentos. Estudios realizados en América Latina y en los países en desarrollo coinciden en que el bajo poder adquisitivo, el limitado nivel educativo y las malas condiciones de higiene de los alimentos se relacionan con las altas tasas de desnutrición, además de la interacción entre la desnutrición y las infecciones, que se agravan mutuamente. (León, 2015, p. 33)

Un aspecto de trascendental importancia en el estado nutricional son los hábitos y las costumbres alimenticias, los cuales se ven influenciados por el ambiente donde el niño se desarrolla. En la infancia se imitan algunas preferencias alimentarias de familiares, amigos y de personas que ellos consideren modelo para la alimentación, con variados efectos en el patrón de alimentación que pueden contribuir a riesgos para la nutrición y a un compromiso del estado de salud.

Entiéndase a través de esto que, la influencia de la madre es bastante fuerte en esa etapa, porque es ella quien decide los alimentos que compra y prepara de acuerdo con su capacidad económica, la disponibilidad de tiempos, los conocimientos, preferencias que tenga para la selección de alimentos. (León, 2015, p. 33). Se entiende con ello, la relación de los hábitos alimentarios y el nivel socioeconómico, cultural de las familias con el estado nutricional; en casos de precariedad, la poca disponibilidad o la baja calidad y cantidad de los alimentos que se consumen compromete el crecimiento por deficiencia de calorías y nutrientes tanto en las primeras etapas de la vida, como en la etapa escolar del niño.

Por ende, se logra comprender que el rol de la familia en la nutrición del niño es fundamental; a través de este órgano familiar se abastecen los alimentos que brindarán un estado alimenticio sano al niño; de allí, que es importante establecer que la estructuración de los hábitos alimentarios infantiles no responde a un simple acto reflejo: éstos comienzan a tener significación a través de una estructura integrada de percepciones, imágenes, recuerdos, ideas, emociones, necesidades, la respuesta que da el niño también implica sus necesidades, sus ideas, sus recuerdos y sus afectos.

El alimento, desde esta perspectiva, se convierte en un material nutritivo apetecido por los deseos psicológicos individuales de los niños, capaz de satisfacer sus sentidos y apetito y de insertarse en sus costumbres y hábitos; costumbres y hábitos que la madre se encarga de transmitir a sus hijos a través de la cocina, pues ella cumple una función transformadora al darle sentido y valor al acto alimentario, disponiendo de lo que se come, cómo se come y cuándo se come, con lo que se convierte en un instrumento de sociabilidad al transmitir normas, códigos y representaciones con valor social y cultural.

De manera concluyente, es necesario reflexionar sobre el hecho de que la conducta alimentaria se instaura en la infancia, ya que es allí, donde el entorno familiar contribuye al modo de alimentarse, siendo la madre la principal responsable en trasmitir estas conductas a sus hijos, instaurándose las preferencias y rechazos a determinados alimento, creándose en este periodo patrones de alimentación que pueden desencadenar un trastorno de la conducta alimentaria durante la adolescencia.

 

La familia: y sus efectos en la nutrición del niño

La conducta alimentaria se basa en el conjunto de acciones que establecen la relación del ser humano con los alimentos. Esta guía se adquiere mediante la experiencia con la comida y la imitación de modelos paternos, viéndose implicadas tanto a las emociones que rodean al acto de comer como los rasgos culturales. Por lo tanto, la familia representa ese entorno social que rodea a la persona en su niñez y que proporcionará la mayor parte de la información relacionada con la alimentación, actitudes con el peso, apariencia física, que repercutirá posteriormente en la adolescencia.

Es evidente entonces que, el ámbito familiar contribuye al modo de alimentarse, establecer las preferencias y rechazos hacia determinados alimentos, que sobre todo influyen en la persona durante la infancia, ya que es la etapa en la que se instauran la mayor parte de los hábitos alimentarios. En este periodo de la vida, la madre se convierte en la participante fundamental en la alimentación del niño, trasmitiendo pautas alimentarias que pueden potenciar o no el riesgo de contribuir a la desnutrición en la adolescencia o edad adulta. (Guevara, 2014, p. 33)

En efecto, la influencia de las madres es evidente en la conducta alimentaria de sus hijos, la misma, puede o no favorecer la salud integral de sus hijos, pues de ella y la educación que la misma tenga sobre el tema de la nutrición dependerá la influencia o respuesta que ésta ejerza sobre el cuidado alimenticio del bebé y posteriormente del niño. (Gómez, 2016, p. 44). Dicho de esta forma, las actitudes y comportamientos de la madre frente a la comida contribuyen a que los hijos manifiesten su salud o, por el contrario sus conflictos psicológicos y emocionales de determinada manera, ya sea mediante conductas propias de la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa o la obesidad.

Por consiguiente, es importante comprender que la familia es el entorno social más próximo que rodea a las personas en su niñez y de la que se adquieren los hábitos, conductas que acompañarán a las personas durante toda la vida. En el caso de los niños en sus primeros años de edad, la alimentación dependerá de manera exclusiva de su madre, lo que en consecuencia, genera mayor responsabilidad en esta figura maternal, por cuanto será la misma la responsable de los estados de salud integral que pueda o no, presentar el infante en los primeros años de vida.

Conforme a esto, es muy importante que cuando los niños son pequeños los padres no muestren delante de ellos aversiones por los alimentos, ya que influirá de manera directa en los pensamientos que éstos tengan en relación con la alimentación. Es obvio que si en infinidad de ocasiones escuchan en casa que tal alimento está malo o que no es adecuado comerlo porque engorda, ellos tampoco lo tomen y de esta forma los padres contribuirán de forma inconsciente a que sus hijos tengan creencias erróneas sobre los alimentos que puedan llegar a carrearles problemas graves con la alimentación.

Es también interesante comentar que, no sólo la influencia que la madre ejerce sobre la alimentación de los hijos, sino también el resto de la familia, se ha comprobado que las críticas que realizan abuelos, tíos, o personas relacionadas de forma muy directa con los niños, pueden influir en la percepción de la imagen corporal que tienen, considerándose un factor precipitante. Por estos motivos se debería concienciar a toda la población, ya que muchas veces las personas no se dan cuenta de la influencia que pueden tener los comentarios en los que se exalta la figura de la persona delgada como símbolo de éxito, sobre los jóvenes más vulnerables.

Es allí, cuando el papel del nutricionista se hace más importante en la prevención de los trastornos de la conducta alimentaria; la importancia de que sean realizados talleres en los que se proporcionara la información necesaria para dar mejor a conocer estas patologías, las cuales son gr desconocidas para la mayoría de la población, por tanto, cuanto antes se detecten estas enfermedades menos tiempo llevarán instaurados unos malos hábitos alimentarios y menos asimiladas estarán las creencias erróneas, habrá una mayor probabilidad de prevención y curación. Llevar acabo programas de prevención en el que se informe a las madres y cuidadores sobre cuáles son las bases de una alimentación equilibrada, además de advertirles de la presión que ejercen los medios de comunicación y solucionarles las dudas que tengan con respecto a la alimentación.

 

Influencia del ambiente familiar en la nutrición de los niños

Los modos de alimentarse, preferencias y rechazos hacia determinados alimentos están fuertemente condicionados por el contexto familiar durante la etapa infantil en la que se incorporan la mayoría de los hábitos y prácticas alimentarias. En la infancia, la madre y cuidadores es la principal responsable de la transmisión al hijo de las pautas alimentarias saludables que podrían prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación. De allí, que son los progenitores, los que influencian el contexto alimentario infantil usando modelos autoritarios o permisivos para la elección de la alimentación de los niños, en aspectos como el tipo, cantidad y horarios de alimentación, así como edad de introducción de los mismos.

De manera general, los modelos de alimentación infantil aplicados por los progenitores a los niños, se encuentran basados en la disponibilidad de alimentos en el hogar, las tradiciones familiares, el acceso a medios de comunicación y la interacción con los niños durante la comida. Por ello, la exposición repetida del niño a estos modelos familiares, genera un estímulo condicionado que asocia determinados alimentos con eventos específicos (fiestas, castigos, estaciones, entre otros), ejerciendo un efecto modulador sobre su comportamiento alimentario.

Es por esta razón, que al estudiar la relación entre padres e hijos a la hora de la comida, se encontró que un alto porcentaje de progenitores inducen a sus hijos a comer más allá de las señales de autorregulación innatas, en un intento por entregar una buena nutrición a sus hijos. Es decir, la conducta alimentaria infantil está configurada a partir de las estrategias usadas por los padres para “controlar lo que come el niño”, a las que el niño responde usando diferentes mecanismos de adaptación y que finalmente se reflejarán en indicadores de salud tangibles como el peso, desnutrición y la adiposidad. (Mota 2016).

En síntesis, “conducta alimentaria de los progenitores hacia sus hijos” es un ciclo interactivo los lleva a adoptar “estrategias específicas de alimentación infantil”, provocando en los niños “guías alimentarias propias” que finalmente se reflejan en “indicadores de nutrición de estos”. Se ha sugerido que los indicadores (consumo de alimentos y estado nutricional) pueden ejercer su efecto, tanto como resultado final y como causa de la conducta de los progenitores hacia la alimentación de sus hijos.(Mota 2016).

 

La desnutrición y sus efectos en la población infantil

La Tasa de Mortalidad Infantil, es considerada a nivel mundial como el más sensible de todos los indicadores que permiten evaluar el estado de salud de un país; su análisis y estudio permite determinar, no sólo los factores que influyen en el deceso de los niños menores de cinco años, sino la forma cómo implementar políticas y estrategias que logren abordar la multifactorialidad de problemas de salud que conducen al desenlace fatal de una muerte infantil. Según cifras emanadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS 2017), “cada año suceden más de 10 millones de muertes infantiles en niños menores de 5 años” Estas cifras varían según las tasas globales de mortalidad, siendo las más frecuentes las observables en el período neonatal y recién nacidos, destacándose entre las causas de estos decesos la desnutrición y diarreas agudas.

Lo expuesto por la OMS, permite interpretar que el mundo entero se ve afectado por un alto índice de muertes infantiles, constituyéndose las mismas en un problema de salud pública que responde a aspectos de orden social, educativo, económico, cultural, higiénico - sanitario, ambiental, entre otros que de igual forma inciden en estos decesos infantiles, los cuales generalmente se encuentran evidenciados, en los altos índices de casos de desnutrición infantil, ausencia de la lactancia materna, en fin…una serie de patologías que al no ser tratadas a tiempo, generalmente desencadenan la muerte de estos infantes.

En tal sentido, se debe comprender que un número considerable de estas defunciones infantiles podrían ser evitadas si se aplicaran los cuidados y medidas necesarias, las cuales logren asegurar las condiciones básicas de salud, higiene y nutrición a los niños durante sus primeros años de vida. Para (Guevara 2014), la mortalidad infantil es un indicador importante del desarrollo de los países, es decir, “es un reflejo de las prioridades y valores sociales que estas naciones comprenden”. (p.12). De allí, que invertir en la salud de los niños y sus madres no solo es primordial desde el punto de vista de los derechos humanos, sino que también es una decisión económica, sensata y una de las maneras más seguras en que los países pueden encaminarse hacia un futuro mejor.

Del mismo modo, (Guevara 2014), refiere la mortalidad infantil por desnutrición infantil está relacionada con diferentes factores que influyen indirectamente, como son “el factor socioeconómico de los padres, factores ambientales, factor cultural, nivel educacional, accesibilidad a los servicios de salud y los factores propios del embarazo y perinatales”. (p.18). Es de señalar que, muchos de los factores que influyen en la mortalidad infantil son prevenibles, las causas de los mismos puede ser manejados por parte del estado, clínicas, hospitales, centros de atención a la salud y por medio de programas que, a través de su implementación constituirán herramientas que llevarán a disminuir los índices de morbi-mortalidad en niños menores de cinco años existentes.

Ante tal realidad, se debe considerar que tan altas cifras de muertes y casos de enfermedad son resultados de diferentes situaciones, especialmente aquellas correspondientes a la falta de actitudes preventivas de las diferentes poblaciones como: suspensión temprana del amamantamiento, baja cobertura con vacunaciones específicas y consultas médicas tardías, señalamientos éstos que llevan a resaltar que la educación, preparación familiar, los factores socio - económicos, culturales, ambientales, han generado una transformación en las causas de mortalidad en países latinoamericanos.

Efectivamente, es importante tener presente que los factores educativos, ambientales, económicos y socio culturales existentes en el mundo actual pudieran estar generando la ausencia de los cuidados correspondientes que las madres deben brindar a los niños y niñas menores de cinco años, lo que en consecuencia pudiera ser la causa que origina los altos índices de desnutrición, cuadros diarreicos y otras patologías que pueden originar la muerte de estos infantes.

 

Conocimiento de los padres

El conocimiento facilita a las personas obtener información beneficiosa e implementar estilos de vida saludables. Los elementos importantes que influyen en las personas para ganar conocimiento son la edad, el nivel de educación y la experiencia.

En vista del contexto cultural, algunas familias a veces dan prioridad a las necesidades terciarias que abandonan la suficiencia de alimentos nutritivos adecuados, como joyas, vehículos y otras necesidades similares. La importancia del cumplimiento adecuado de la nutrición se basa en tres hechos empíricos. Primero, un estado nutricional suficiente es importante para el estado de salud. En segundo, se necesitan suficientes nutrientes para un crecimiento óptimo, garantizar un buen desarrollo físico y mental con buena salud a largo plazo. Tercer término, la ciencia de la nutrición ofrece datos científicos que informan al público sobre cómo consumir y procesar los alimentos que contienen los nutrientes suficientes para mantener la salud en buenas condiciones.

En el estudio del autor (Fadare, 2019) los resultados mostraron que las frecuencias del conocimiento de la madre en las prácticas de alimentación infantil en la categoría buena representaron 69 madres (50.7%) y de las madres pertenecientes al conocimiento de la alimentación del infante en la categoría pobre representaron 67 madres (49.3%). Un total de infantes en la categoría de buen estado nutricional fueron 118 niños (86.8%) y un total de infantes en la categoría de mal estado nutricional fueron 18 niños (13.2%). Los resultados de la prueba estadística mostraron que el valor p de 0.749> 0.05. Por lo tanto, no hubo una asociación estadísticamente significativa entre el conocimiento de la madre y el estado nutricional de sus hijos de 6 a 36 meses.

Sin embargo, el nivel de conocimiento de las familias seleccionadas en este estudio se realizó analizando el nivel de preocupación por parte de los padres acerca del estado de desnutrición del niño. A continuación se presenta una tabla en donde se observa que 16 es decir el 48,48% de los padres se preocupan por el padecimiento de los niños en estado de desnutrición mientas que 17 de los padres estudiados (51,52%) no mostraron señales de preocupación por el estado de desnutrición de sus hijos.

Tabla 2. Nivel de conocimiento

Fuente: Encuesta aplicada a padres y/o representantes, autores 2020


Lo que genera un gran estado de preocupación, ya que, determina que casi la mitad de las familias seleccionadas no poseen conocimiento alguno acerca de la importancia de la alimentación en los primeros meses de vida de sus hijos, que probablemente pueda acarrear en problemas de salud de estos infantes en el futuro, por lo que es necesario la implementación de un plan de educación para los padres que los guie y oriente en el entendimiento de la nutrición adecuada de sus hijos.

Por tal motivo, las interacciones del niño con su medio ambiente, y en especial con el encargado de sus cuidados bien sea la madre o quien hace ver sus necesidades, cobran particular importancia en los primeros años de vida debido a que dependiendo de las características que existan en este vínculo afectivo se observa si pueden favorecer o afectar negativamente en la formación de gustos y rechazos. (M. S. L., 2017)

Las frecuencias de los infantes de sexo masculino (49.3%) son casi similares a las de las niñas (50.7%). Uno de los factores causales relacionados con la asociación insignificante entre el conocimiento de las madres es el género. Esto coincide con el estudio de (Bouhlal & McBride, 2015) que el género infantil puede influir en la elección de alimentos de las madres, ya que, el contenido calórico de las comidas de los niños fue mayor que el de las niñas.

Es evidente que existe una asociación significativa entre el nivel educativo materno y el comportamiento alimentario saludable en los infantes (Scaglioni & Cosmi, 2018). Según estudios, las madres con un nivel educativo más alto ofrecen una mayor variación de alimentos y nutrición para los lactantes e infantes, así como también un mayor conocimiento sobre cómo procesar y servir alimentos para sus hijos en comparación con madres con un nivel educativo más bajo.

Las madres empleadas del gobierno o que poseen empleos en empresas privadas otorgan un papel significativo en términos de contribución económica y mayor creatividad para proporcionar alimentos nutritivos adecuados a sus infantes en comparación con las madres en la categoría de ama de casa. (Masthalina, 2017)

Los resultados de este estudio sobre el papel y el conocimiento de la madre sobre el estado nutricional de la alimentación de sus hijos son consistentes con los de otros estudios que no encontraron una asociación significativa entre el conocimiento de la nutrición materna y el retraso en el crecimiento. Por el contrario, otros estudios encontraron una asociación significativa entre el conocimiento de alimentación de la madre y el estado nutricional de sus hijos (Ahmad & Madania, 2018), en regiones de África se encontró la asociación positiva entre el conocimiento nutricional de la madre y el bajo peso, que mide el retraso en el crecimiento y el desgaste. Sin embargo, no se tiene una asociación definitiva entre la alfabetización de las madres y el estado de nutrición de los hijos.

Los autores (Black, Allen, & Bhutta, 2008) demostraron que el número de años de educación de las madres tiene una definida relación con la proporción de niños desnutridos y está relacionado con el hecho de que la ingesta diaria de nutrientes aumenta con el aumento de nivel educativo de las madres. Además, la ingesta de nutrientes de niños cuyas madres tienen una educación solo hasta los grados primario y medio se encuentra por debajo de los requerimientos recomendados.

El estudio de (Fadare, 2019) informó que en las madres los puntajes de conocimiento de nutrición se asociaron con el bienestar a largo plazo de los niños representados por la altura para la edad. Es probable que, para niños mayores, otros factores tienen una mayor influencia en estado nutricional que el conocimiento nutricional de las madres. Además, para cuando los niños tengan tres o cuatro años, pueden tener hermanos menores que requieren cuidado de maternidad y atención, en cuyo caso los niños mayores son probables que se ignoren.

Sin embargo, en ocasiones la relación del conocimiento maternal no tiene nada que ver con el estado nutritivo de los niños, esto se debe a que existen casos de niños bien alimentados con madres con muy poco conocimiento de nutrición básicamente ignorantes en el tema, lo que indica que las tablas de crecimientos no estaba relacionado con la comprensión maternal. (Siagian, 2014)

Otra causa significativa son los ingresos, estos se relacionan positivamente con la alfabetización materna y el conocimiento nutricional. La relación causa-efecto en este caso parece ser bidireccional, a mayor ingreso se refleja una mejor alfabetización materna de conocimiento de estado y nutrición y viceversa. El autor (Martínez, 2016) demostró que los ingresos y la educación de los padres están fuertemente correlacionados, y esa educación materna afecta el estado nutricional del niño incluso cuando el ingreso familiar se toma en consideración, el estudio también muestra que la alfabetización materna y el conocimiento nutricional ejerce una intervención significativa en como máximo dos de los indicadores antropométricos seleccionados.

Sin embargo, donde sea significativo, independientemente de efectos de confusión, el puntaje de conocimiento nutricional tenía un efecto positivo significativo en todos los indicadores del niño en estados nutricionales (Yabanci & Kisac, 2014). La evidencia de una asociación causal es más fuerte cuando sigue siendo estadísticamente significativo después de tener en cuenta el ingreso familiar. Así, si las madres tienen suficiente conocimiento nutricional, es eficaz en mejorar el estado nutricional de sus niños. Esto implica que, aunque todas las mujeres necesitan educación formal, la educación nutricional es a corto plazo una intervención que tendrá un impacto considerable.

La inconsistencia de los resultados de los estudios como se mencionó anteriormente probablemente sea causada por otros determinantes, incluido un gran tamaño de miembros de la familia que ciertamente necesita más proporción de alimentos o miembros de la familia. Esto también es consistente con un estudio realizado por (Fadare, 2019) en el contexto cultural de que tener más hijos se asocia positivamente con la tasa de retraso en el crecimiento en niños pequeños. La madre individual tiende a aumentar la competencia dentro del hogar por los recursos de cuidado infantil, de modo que a un niño se le niega la atención nutricional adecuada. Esto significa que retrasar la edad en el primer nacimiento de una madre se asocia positivamente con mejores resultados nutricionales infantiles.

 

Actividad protectora-cuidado

Otras de las causas que tienen una influencia marcada en la nutrición de los infantes es la actividad protectora o cuidado tanto del entorno como de los alimentos que se les ofrece a los niños, lo que incluye la seguridad del entorno como el aseo que se debe tener tanto en el hogar como a los menores.

Esta categoría se analizó evaluando primero el ambiente o las condiciones en las que se encontraron las viviendas de las familias seleccionadas para el estudio. A continuación se presentan dos tablas (Tabla Nº3 y Tabla Nº4) en la que se observan los resultados en porcentaje de las condiciones de las viviendas.

Tabla 3. Actividad protectora – cuidado

Fuente: Encuesta aplicada a padres y/o representantes, autores 2020

Tabla 4. Actividad protectora – cuidado

Fuente: Encuesta aplicada a padres y/o representantes, autores 2020

En las tablas Nº3 y Nº4 se puede observar que las condiciones y el ambiente de las viviendas seleccionadas para el estudio se encontraban ordenadas y limpias arrojando un 57,58% para un total de 19 de ellas. Sin embargo, solo 14 (42,42%) presentaron condiciones de aseo y orden no adecuado para el cuidado de los infantes.

En segundo lugar se analizó la seguridad del entorno. A continuación se presenta una tabla en donde se expresa esta categoría.

Tabla 5. Actividad protectora – cuidado

Fuente: Encuesta aplicada a padres y/o representantes, autores 2020


La tabla Nº5 se evidencia que la mayoría de las viviendas en estudio poseen animales o mascota dentro de sus hogares, arrojando un 60,61% (20 viviendas) con animales dentro de casa, esto causa que la seguridad el entorno sea menor a aquellas viviendas que no poseen animales, además de un gasto extra por el mantenimiento de mascota, lo que representa en dinero que puede ser aprovechado en la compra de alimentos adecuados `para la nutrición de los infantes.

En tercer lugar se analizó la seguridad de los alimentos. A continuación se presentan tres tablas en donde se expresa esta categoría desde tres perspectivas distintas.

Tabla 6. Actividad protectora – cuidado

Fuente: Encuesta aplicada a padres y/o representantes, autores 2020


Tabla 7. Actividad protectora – cuidado

Fuente: Encuesta aplicada a padres y/o representantes, autores 2020


Tabla 8. Actividad protectora – cuidado

Fuente: Encuesta aplicada a padres y/o representantes, autores 2020


En la tabla Nº6 indica que el 57,58% realizan un aseo previo a sus manos al momento de realizar y dar comida a los infantes. Sin embargo, a pesar de que más de la mitad esta consiente del lavado de manos, un porcentaje bastante significativo no se preocupa por asearse sus manos antes de manipular alimentos o dar de comer a los lactantes.

Tabla Nº7 se demuestra que la mayoría de las cocinas de las familias seleccionadas mantenían un estado de limpieza en las mismas arrojando un 60,61% de familias con cocinas aptas y limpias para el tratado de alimentos de lactantes e infantes.

Esta tabla Nº8 expone de las madres o familiares encargados de dar alimentos a los niños estuvieron al tanto de los alimentos acordes para los infantes de acuerdo a su edad, arrojando resultados de 75,76% siendo un porcentaje bastante elevado y significativo en el desarrollo físico y mental de estos niños.No obstante, algunos encuestados no estaban al tanto de sus prácticas de alimentación y restringieron el consumo de un alimento en particular que se vinculaba con las preocupaciones sobre el peso y la propensión del niño a aumentar de peso. Algunas madres muchas veces suponen que la leche de fórmula puede reemplazar la lactancia materna, aunque saben que la lactancia materna confiere numerosos beneficios para la madre y el lactante. (OPS, 2009)

Muchas dan varias razones para limitar la lactancia materna, es decir, dolor en los pezones o la percepción de la madre de que estaba produciendo leche, forma del pezón, dolor o daños inadecuados, dolor relacionado con el parto, empleo y duración de la licencia de maternidad, ocupación, educación, conocimiento inadecuado de la lactancia materna, movilidad materna limitaciones, dificultades de posicionamiento y frustración ante la necesidad de asistencia, falta de apoyo familiar y social, comportamiento exigente del lactante, entre otros. (UNICEF, 2014)

Una de las ventajas de las prácticas de alimentación infantil está asociada con los hábitos alimenticios de la infancia posterior. La lactancia materna se ha propuesto como una intervención preventiva efectiva para la baja ingesta de verduras en la infancia (Okubo, Miyake, Sasaki, Tanaka, & Hirota, 2016). Además de estos factores, los encuestados también se sienten atraídos por los nuevos productos de leche de fórmula. Por lo tanto, el asesoramiento sobre lactancia y las buenas prácticas de alimentación desde las primeros meses de vida debe realizarse de manera más intensiva en los centros de salud comunitarios, por tal motivo es necesario inculcar planes de orientación a las madres de todas las clases para que de acuerdo a sus posibilidades brinden la nutrición adecuada a sus hijos y garanticen un crecimiento sano y saludable

Efectivamente, los resultados encontrados tras la aplicación del instrumento a las familias y representantes del CDI Rincón de los Ángeles permitieron establecer la necesidad de implementar un plan de acción que permita educar a los presentes de dicha actividad sobre la importancia de la nutrición en los niños, destacándose en todo momento que son los hábitos y costumbres los que contribuyen con una buena alimentación.

Los ejes temáticos abordados en el plan de acción desarrollado destacan la importancia que tiene la familia en la alimentación de los niños, destacándose en esta dimensión: que el estado nutricional de los infantes depende de las costumbres y hábitos alimenticios que los representantes cumplan con el niño que se desarrolla.

Asimismo, las acciones a desarrollar en el plan de acción involucran la importancia que tiene la lactancia materna, destacándose con estas orientaciones que la misma representa un proceso único que contribuye al crecimiento y desarrollo saludable, es suficiente para satisfacer las necesidades nutricionales de niños normales hasta los seis meses de edad, reduce la incidencia y gravedad de enfermedades infecciosas, disminúyela morbilidad, mortalidad infantil y rara vez causa problemas alérgicos.. (OMS, 2016).

Del mismo modo, las acciones de campo diseñadas a través del plan de acción destacaron el cuidado que las madres deben tener en la alimentación complementaria, considerándose que la misma se basa en dar al niño otros alimentos además de la leche materna, haciéndose particular énfasis en los alimentos que son recomendados para dar a los mismos después de los seis meses de edad y que éstos se deben brindarse a los infantes, sin suspender la lactancia materna.

En unión de estos señalamientos, se resaltó la importancia que tienen los huertos familiares en la alimentación infantil y en la economía de la familia, pues los mismos no sólo representan un medio de obtención de alimentos, sino que representan una herramienta de auto sustentabiilidad de las personas y constituyen parcelas contiguas a la vivienda donde se cultivan hortalizas de manera intensiva durante todo el año.

Con igual importancia se hizo hincapié en la categoría que tienen los controles médicos, a través de los mismos, se intenta identificar y modificar aspectos sociales, del desarrollo, comportamiento, y de la salud que podrían tener un efecto negativo en el futuro del niño. Promoviéndose con ellos, actividades de educación sanitaria, dirigidas a los cuidadores y a sus familias, para prevenir o detectar tempranamente los problemas de salud más habituales. Se basan en la continuidad y periodicidad, estos varían dependiendo de la edad del niño.

Tabla 9. Plan de acción para las familias y representantes del CDI Rincón de los Ángeles

Fuente: Autores 2020


Hallazgos encontrados tras la aplicación del Plan de Acción

Las acciones ejecutadas, a través del Plan de Acción a las familias y educadoras del CDI Rincón de los Ángeles permitieron señalar los siguientes hallazgos:

Posterior a las actividades de orientación médicas desarrolladas se logró observar que la población de niños tuvo una mejoría considerable, la cual se hizo evidente estadísticamente, demostrándose que:

Tabla 10. Estado Nutricional de Atenciones CDI

Fuente: Encuesta aplicada a padres y/o representantes, Autores 2020


Conclusiones

Durante el desarrollo de la investigación se estudió la importancia de la familia en el estado nutricional de los infantes enfocado en el conocimiento de las madres o familiares que se encargan de los mismos así como, también el entorno en el que viven las familias que cumplieron con los criterios de inclusión para el estudio.

En virtud de esto, se destaca la desnutrición como una de las patologías de mayor incidencia en el mundo entero, estudios confirman que su prevalencia se debe en gran parte a la educación y aspectos socio económicos presentes en algunas familias. Este tipo de enfermedad repercute de manera negativa en el crecimiento, desarrollo de la población infantil y de igual forma afecta a la población adulta.

La nutrición infantil (en niños menores de 5 años) viene entonces a representar una condición, de la cual es responsable la madre y familia en general; pues es el núcleo familiar el encargado directo de brindar una atención integral al infante; de allí, la importancia que tiene la implementación de proyectos o programas dirigidos a la promoción de la salud, los cuales estén dirigidos a orientar sobre el valor de la nutrición, estilos de vida sana, y del peligro de las enfermedades.

Tal y como se ha señalado, la salud integral de los niños va a depender del entorno social y cultural, el cual es fundamental para su desarrollo infantil, sobre todo en infantes menores de cinco años, por ser éstos dependientes en su totalidad de la crianza, alimentación dada por la madre y demás familia: señalamientos ésos que son apoyados por investigaciones donde se demuestra cómo la educación y demás aspectos socio económicos influyen en la salud integral de menores de 36 meses.

En virtud de esto, se plantean los resultados encontrados tras la aplicación de técnicas de investigación aplicadas a entrevistas realizadas a las familias seleccionadas en el universo de muestra del presente artículo, arrojando entre sus resultados lo siguiente:

En el estudio se pudo observar que las madres con mayor conocimiento se preocupaban por un estado de nutrición mejor a sus hijos. Sin embargo, más de la mitad de las madres seleccionadas no mostraron preocupación alguna por el padecimiento de los niños desnutridos, cosa que causa gran preocupación y que incita en la necesidad de fomentar programas que guíen y orienten a las familias del Centro de Desarrollo Infantil Rincón de los Ángeles del Cantón Tosagua para aumentar los conocimientos de nutrición necesarios en padres y familiares, de tal manera impulsar un crecimiento sano y adecuado en los lactantes.

También se observó, que existen estudios en donde el nivel de conocimiento no está asociado con la desnutrición del infante, esto en casos en los que existen madres que a pesar de no ser estudiadas o poseer algún grado de instrucción tiene claro que la alimentación de sus hijos debe ser la adecuada sobre todo el brindar una lactancia materna libre y a demanda.

Adicionalmente, la actividad protectora y cuidado tanto de los alimentos como del entorno en el que se desenvuelven los infantes dio como resultado que en su mayoría los hogares se encontraban en condiciones adecuadas de orden y limpieza, manteniéndose el aseo tanto personal como del área de la cocina, además de los alimentos que eran proporcionados a los niños.

Es importante acotar que las familiares estaban conscientes de los alimentos que debían brindar a los infantes o lactantes de acuerdo a su edad, por lo que se consideró, esto como un punto a favor en el estudio, evaluación de las familias analizadas y los criterios estudiados en la nutrición de los niños del Centro de Desarrollo Infantil Rincón de los Ángeles del Cantón Tosagua.

Luego de la aplicación del instrumento se procedió a implementa una estrategia, la cual fue desarrollada, a través de la puesta en práctica de un Plan de Acción, dinámica ésta que fue concebida con la intención de educar a los padres, representantes y educadoras del CDI Rincón de los Ángeles sobre la importancia que tiene el desarrollar hábitos alimenticios sanos y la nutrición de los mismos.

Posterior a esto, se da paso a la ejecución de las actividades previstas en los planes de acción, las cuales contaron con la participación de los representantes y familias del CDI Rincón de los Ángeles, quienes manifestaron un gran interés, interactuando de forma activa en cada una de las dinámicas promovidas con la investigación, lo que constituyó un hecho de vital importancia, para obtener resultados satisfactorios en este proceso de la investigación-acción realizada.

En unión de esto, se pudo observar que la motivación de los participantes quedó demostrada por la asistencia, así como la buena disposición en cada uno de las actividades programadas. Igualmente, se observó como la autora en unión de los representantes asumieron el compromiso de transmitir a otras personas parte del aprendizaje adquirido y de la experiencia vivida, además de las modificaciones alcanzadas en las áreas cognoscitiva y afectiva, en relación con los la importancia de la nutrición y los efectos positivos que generan los hábitos alimentarios saludables.

Los hallazgos encontrados tras la ejecución del Plan de Acción demostraron que: la población en estudio (60) niños, mejoró considerablemente; hecho éste evidenciado en los siguientes enunciados estadísticos: un 80% tuvo un estado nutricional sano, el 1,67% presentó desnutrición global, el 8, 33% presentó desnutrición crónica, un 8, 33% reflejó desnutrición aguda. Un 1, 67% reflejó sobrepeso y el 0,00% obesidad.

Finalmente, los resultados reflejados, luego de la intervención (Plan de Acción) permitieron apreciar los beneficios alcanzados tras las orientaciones médicas brindadas a la población en estudio; consideraciones éstas que son de gran importancia, pues demuestra que hubo un interés por parte de estos grupos familiares de adquirir una cultura preventiva, la cual es tan necesaria para lograr minimizar los cuadros de desnutrición presentes en la actualidad.




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